Comunidades y vecinos de Huife alto protestaron contra aprobación de hidroeléctrica (Intendente se lava las manos)

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Con protestas afuera de la intendencia el día de la votación, y en Pucón el pasado sábado 13 de julio, las comunidades y vecinas/os directamente afectadas/os así como organizaciones territoriales manifestaron su rechazo a la aprobación de este proyecto que traerá graves consecuencias para la integridad ambiental, cultural y económica del territorio.

Ante la aprobación por 10 votos a favor (de SEREMIs) y uno en contra (del intendente) que la Comisión Evaluadora Ambiental de La Araucanía resolvió para dar luz verde a la construcción de la central hidroeléctrica Llancalil en la zona de Huife Alto, situada a 23 kilómetros de Pucón, la Unión Comunal de Juntas de Vecinos Rurales que integra familias directamente afectadas en la zona, así como miembros de las comunidades mapuche Millaqueo Millahual y Cariman Sánchez, manifestaron su rechazo a la votación casi unánime que las autoridades ministeriales en la Región resolvieron el pasado jueves 11 de julio, manifestándose en contra de la aprobación del proyecto energético en el frontis de la Intendencia en Temuco, mientras los Seremis realizaban paralelamente al interior del edificio el litigio casi a puertas cerradas .

«Casi 60 años que vivimos ahí, y el río es la fuente de vida que nosotros tenemos, por el agua, los peces, etc. La bocatoma con que quieren intervenir el caudal va pasar a 50 metros de mi casa, lo que daña completamente nuestra calidad de vida. Ellos van a entubar el río y va a quedar seco», sostuvo Marta Salazar, dueña de casa del sector de Huife Alto.

Refiriéndose a lo hermética que fue la votación en la que todos Secretarios Ministeriales Regionales aprobaron la creación de la hidroeléctrica, Ely López, Guardiana del Territorio de Curarrehue, argumentó que «me parece insólito que se nos prohibió la posibilidad de ingresar a la votación. Esto es una demostración de la violencia ejercida por este Gobierno frente a la ciudadanía, frente a la gente que se opone a que se instale un proyecto hidroeléctrico en la zona de Llancalil en Pucón, afectando directamente a uno de los lugares turístico más importante de Chile”, agregó la dirigente.

En tanto, Alejandra Parra, Bióloga en Gestión de Recursos Naturales de la Red de Acción por los Derechos Ambientales (RADA) se refirió al irreversible daño ecológico que causaría la presencia de la hidroeléctrica en la zona lacustre, agregando que “si se aprueba este proyecto, podría producir un gran daño por el impacto al río por una parte como recurso hídrico, ya que cada año se reduce más el caudal y cuando se usa agua con fines industriales se deja menos agua disponible para los usos campesinos como riego, consumo animal e incluso consumo humano. Además los ríos como ecosistemas son hábitat de una gran diversidad de especies animales y vegetales, aves, mamíferos acuáticos, anfibios, peces, insectos. Intervenir un río de esta manera significa que este ecosistema pierde continuidad, dejando de conectar unos lugares con otros, lo que dificulta la movilidad de las especies que lo habitan lo que impacta negativamente en la disponibilidad de lugares de reproducción y refugio de las especies” agregó la profesional.

Hay que precisar que la consulta indígena no fue considerada en la evaluación ambiental de este proyecto a pesar de sus evidentes impactos en dos comunidades mapuche de la zona: Cariman Sánchez y Millaqueo Millahual.

Cabe recordar que es la tercera vez que el proyecto de la creación de la hidroeléctrica Llancalil ingresa a evaluación ambiental, nunca habiendo desarrollado un Estudio de Impacto Ambiental que fundamente lo declarado por la empresa. La primera vez que este proyecto ingresó a evaluación, fue el 2013, siendo declarado inadmisible por el SEA. La segunda vez fue el año 2014 y fue desistido por la compañía alemana titular.

Sorpresivamente, el Intendente de La Araucanía Jorge Atton (Evopoli) fue el único voto en contra de la aprobación de este proyecto. La incoherencia del voto del intendente con los de los SEREMIs (todos a favor), fue explicada por el mismo intendente en declaraciones al diario Austral el 13 de julio, donde señaló que dentro de la COEVA solo él tiene atribuciones para considerar aspectos políticos además de técnicos. Sin embargo por una parte, los argumentos esgrimidos por el intendente que fundamentan su posición en contra, son técnicos, ya que se relacionan con la planificación del territorio, existencia de una Zona de Interés Turístico, ausencia de proyecto de conexión de la producción eléctrica de la central, y carencia de valor agregado para el desarrollo económico y social de la región. Estos mismos argumentos podrían haber sido considerados por la SEREMI de Economía, Desarrollo Social, Medio Ambiente, Servicio de Evaluación Ambiental, entre otras. Por tanto la limitación que el intendente dice que existe para con la decisión de voto de las SEREMIs no existe. Además, es ilusorio pensar que los argumentos técnicos se puedan leer sin un prisma político, que es justamente lo que hacen los servicios públicos al momento de votar. Además, es bien sabido que las SEREMIs votan bajo las órdenes del Intendente, presidente de la COEVA y jefe de todos los servicios públicos de la región, cosa que se ha evidenciado en reiteradas ocasiones con proyectos que han sido aprobados aun teniendo recomendación de rechazar por parte del SEA. Más bien, en esta votación y opiniones divididas estamos frente a una evidente división de la derecha. Una parte representada por Evopoli apuesta por un desarrollo económico basado en el turismo y la otra continúa con las ideas económicas de la explotación extractiva. Como sea, estas visiones siguen siendo economicistas.

Las comunidades y organizaciones territoriales coordinadas a través de movimientos regionales e interregionales, están planteando participación ciudadana vinculante y respeto a los derechos de los pueblos indígenas, lo cual implica respeto al consentimiento previo, libre e informado, así como la búsqueda de objetivos territoriales que apunten al “Kume Mogen” (buen vivir), en lugar del desarrollo que, con los agregados ya sea de “sustentable” o “económico” más que otra cosa parece ser una trampa.

El Diputado Álvarez (Evopoli) también se pronunció en diario Austral en contra de la aprobación del proyecto hidroeléctrico, señalando que un sector económico no puede estar por sobre otro (turismo v/s energía). Dice también que apoyará con todas sus fuerzas el territorio, sin embargo dentro de sus argumentos para oponerse al proyecto no están presentes las razones de las comunidades directamente afectadas. Álvarez acudió a la marcha en rechazo a la aprobación del proyecto Llancalil desarrollada en Pucón el sábado 13 de julio, donde fue expulsado por miembros de organizaciones locales por haber votado en favor del TPP (así como lo hizo toda la bancada Evopoli) en la cámara baja del congreso a fines de abril de este año.

 

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