El Sábado 17 de Diciembre de 2016 se celebró con una pequeña e íntima ceremonia, el cierre del vertedero municipal más grande y polémico de la región de La Araucanía. Localizado en el sector de Boyeko a 14km de Temuco camino a Chol Chol, el vertedero municipal de Temuco fue instalado el año 1992 por los alcaldes Camilo Salvo (al final de su periodo) y René Saffirio (al inicio de su periodo), como una solución supuestamente ideal para la disposición final de los residuos sólidos de la comuna más populosa de la región.
El año 1992 no había ley de bases de medio ambiente ni ley indígena, por lo que el vertedero no pasó por evaluación ambiental ni por consulta indígena ni ciudadana. Simplemente se instaló allí sin el consentimiento de los habitantes del sector. Fue una decisión técnicamente muy equivocada, ya que en el sector existen 30 comunidades mapuche cada una colindante con la otra, es decir, no hacía falta un estudio de impacto ambiental para prever que se afectaría a muchas personas, ya que las comunidades mapuche son los territorios rurales donde existe mayor densidad poblacional.
Algunos débiles intentos se hicieron para actualizar el funcionamiento del vertedero a los nuevos estándares ambientales una vez promulgada la ley de Medio Ambiente y su reglamento el año 1997, pero esos esfuerzos no fueron sostenidos y el vertedero volvió a caer en la ilegalidad al perder la RCA obtenida el año 2009 por no cumplir con los compromisos adquiridos.
El sábado 17 todo eso quedó atrás, aunque la basura depositada por 24 años permanecerá por décadas en el lugar, generando cada vez menos emisiones hasta idealmente dejar de contaminar el sector. Las hijas e hijos de las/os habitantes de Boyeko, tal vez vean algún día su territorio como lo recibieron sus madres y padres, limpio, fértil, rebosante de vida.
Por la contaminación acumulada y las décadas de abandono (incluyendo la invisibilización de las cientos de personas que vivían del reciclaje en el vertedero y que jamás fueron consideradas en el plan de cierre), el cierre del vertedero no puede ser motivo de una celebración exaltada y efusiva. Es más bien un momento de reflexión, de reconocimiento al daño causado, y al trabajo de dirigentas/es que asumieron la tarea de defender su territorio y que lograron triunfar al final de un largo camino. En la humilde ceremonia dirigida por la vocera de la mesa territorial Boyeko Angélica Catrileo, se recordó a las organizaciones ciudadanas que han apoyado el proceso, como la RADA, la Red de Defensa de los Territorios, la Konapeuman, asistieron además autoridades de gobierno como el CORE Alejandro Mondaca quien se comprometió a cambiar la forma en que se manejan los residuos en la región con acciones concretas desde el Consejo Regional asumiendo la estrategia Basura Cero, y el ex intendente, ex director del Servicio de Salud Araucanía Sur y ex Concejal de Temuco Ricardo Celis quien reconoció los errores cometidos por el mismo cuando sostenía esos cargos, excusas poco satisfactorias para la mayor parte de las/os asistentes.
Es de esperar que nuestras autoridades aprendan de los errores del pasado, y no trasladen el problema de un lugar a otro o cambien una forma de contaminación por otra como podría ocurrir si se aprueba la planta incineradora de residuos que pretende instalar la administración de Becker, sino que se asuma una nueva forma de manejar nuestros residuos, que al fin y al cabo son recursos que provienen de la naturaleza, y que deben ser valorizados en una economía circular que de cuenta de lo finito de nuestro planeta, y de lo insensato que es continuar con el extractivismo y crecimiento económico que no hace más que botar nuestros recursos naturales, nuestras comunidades y nuestro futuro en común a la basura.
