RADA lanza revista sobre termoelectricidad en La Araucanía

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La Red de Acción por los Derechos Ambientales lanzó el jueves 26 de marzo de 2020 a través de una transmisión en vivo por el Facebook de Temuco Despertó, un documento tipo revista que resume las experiencias de cinco comunidades que han enfrentado proyectos termoeléctricos en la región de La Araucanía. La revista es producto de una investigación desarrollada durante el año 2019 con el objetivo de develar los proyectos termoeléctricos que existen en la región, sus estados de avance, y poner en relieve las experiencias de las comunidades que han debido enfrentarlas. La idea surgió por la constatación de la existencia de termoeléctricas en la región y la poca notoriedad que tienen en términos de conocimiento público. Dado el rechazo bastante generalizado que existe frente a la termoelectricidad por la gran cantidad de contaminación que emite, este sector ha mutado generando nuevas formas de termoelectricidad en base a nuevos combustibles, intentando muchas veces pasar incluso por energías renovables no convencionales.

Termoeléctricas a biomasa en La Araucanía

Es el caso de las termoeléctricas a biomasa, de las que en La Araucanía existen dos en funcionamiento: COMASA en Lautaro y CMPC en Mininco, Collipulli. Estas plantas, al igual que las termoeléctricas a carbón, petróleo, gas o petcoke, generan grandes cantidades de contaminantes, entre ellos CO2, y gases ácidos como NOx y SOx, además de material particulado PM10 y PM2,5, dioxinas, furanos y metales pesados. De hecho las cantidades de CO2 que generan las termoeléctricas a biomasa son superiores a las que generan las termoeléctricas a carbón o petróleo por una misma cantidad de energía generada. Esto es porque la biomasa (podas forestales, rastrojos agrícolas) contiene menor poder calorífico que los hidrocarburos. Además el CO2 que se emite, no será inmediatamente reabsorbido por las plantas aunque paralelamente a la quema se desarrollen programas de reforestación, ya que la vegetación tarda décadas en absorber el nuevo CO2 que ingresa a la atmósfera. Además por lo general la reforestación no es sinónimo de restauración de bosque nativo, es decir, al hablar de reforestación generalmente se trata de plantaciones forestales que finalmente terminan siendo taladas, transformadas en combustible para las termoeléctricas a biomasa, o transformadas en pulpa para la producción de papel que finalmente termina en la basura, emitiendo nuevamente gases de efecto invernadero ya sea metano cuando se entierra en un vertedero o relleno sanitario; o CO2, gases ácidos, dioxinas, furanos, metales pesados y material particulado cuando termina siendo incinerado en una termoeléctrica a basura.

Termoeléctricas a basura

Esto es lo que pretende hacer el proyecto WTE Araucanía, que cuenta con capacidad para incinerar 187.200 toneladas anuales de residuos, y generar 15MW de electricidad. Este proyecto que ingresó el 2016 al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental por una Declaración de Impacto Ambiental, fue obligado a reingresar por Estudio de Impacto Ambiental el 2017. Al comienzo WTE negaba que se tratase de una incineradora, y también que se generarían contaminantes tan peligrosos como las dioxinas. Simplemente lo promovían como una solución mágica que transformaría la basura en electricidad. Es que si una termoeléctrica a biomasa genera enormes cantidades de contaminación, una termoeléctrica a basura quemaría no solo papeles y cartones (reciclables) sino que también todos los plásticos, residuos electrónicos, hospitalarios, residuos orgánicos compostables, y 3.000 neumáticos fuera de uso además de podas forestales. Mientras más heterogéneo es el combustible de una termoeléctrica, más difícil es controlar sus emisiones y por tanto más peligrosas son. Este proyecto se encuentra con suspensión de los plazos de evaluación hasta diciembre de 2020 luego de recibir más de 13mil observaciones ciudadanas en el segundo proceso de participación ciudadana, y decenas de observaciones de los servicios públicos luego de la entrega de la primera adenda de la empresa.

Las experiencias de las comunidades

Las experiencias de las comunidades han sido diversas, desde la aceptación hasta la amplia movilización, usando herramientas legales, institucionales y ciudadanas, desde los recursos jerárquicos dentro del marco de la evaluación ambiental, hasta los cortes de ruta y marchas para demostrar públicamente el descontento con estas iniciativas. De las diferentes estrategias se extraen importantes aprendizajes que sirven de lecciones para el desarrollo de nuevas estrategias de comunidades que se vean amenazadas por este tipo de proyecto. Finalmente el documento da cuenta de lo precario y limitado que es el marco institucional de participación ambiental ciudadana y consulta indígena en el país, por lo que cualquier comunidad que quiera con éxito rechazar intervenciones dañinas en su territorio, no puede fiarse solo de las posibilidades que entregan las instituciones, sino que tiene que usar toda su creatividad para desarrollar estrategias diversificadas y efectivas, de acuerdo a sus propios contextos.

La revista se encuentra íntegramente publicada en el siguiente link: https://www.flipsnack.com/RADAraucania/defensa-territorial-contra-termoelectricidad-en-la-araucan-a.html

Te invitamos a leerla y compartirla.

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